Manuel Carrillo
GUANAJUATO, Gto.- El paisaje urbano de la Ciudad de México y de Guanajuato, así como rostros y figuras femeninas, provocan, motivan el alma de quienes se acercan a ver la obra de Heder Contreras en el Museo Iconográfico.
El pintor toma la arquitectura de las dos ciudades y parece invitar al observador a mirar los monumentos y estructuras que se alzan frente a él, así por ejemplo, se mete al patio del Antiguo Hospicio Jesuita y logra captar parte del claustro y la cúpula del Templo de La Compañía; o una azotea llena de ropa secándose al sol, en aquel Distrito Federal.
El intenso sentido visual y la reinterpretación del autor ofrecen una nueva lectura de lo urbano.
Pero también la figura humana, sobre todo, los retratos femeninos, adquieren una realidad asombrosa.